Hierve 600 mililitros de agua hervida (arriba de 90 grados) y agrega 105 gramos de polvo. Se mezcla bien hasta que se disuelva completamente. Vierte la mezcla en un molde y deja que se enfrie y logre la consistencia deseada, luego consérvala en la refri. (la consistencia puede ser más sueva o consistente dependiendo de la cantidad de agua que agrega)